lunes, 7 de noviembre de 2011

En Querétaro colocan fotos de migrantes desaparecidos en el país

Más de 100 fotografías de migrantes centroamericanos desaparecidos se exhibieron en la base del monumento a La Corregidora, en el centro de Querétaro.

La acción se realizó como parte de la intensa búsqueda que realizan unas 30 mujeres provenientes de Honduras, Nicaragua y El Salvador, entre otros países.

En su recorrido por el país, las mujeres, muchas adultas mayores, cuelgan de sus cuellos fotografías de sus desaparecidos y piden a las autoridades mexicanas y organizaciones no gubernamentales sumarse a esta búsqueda, combatir la corrupción, abusos, delincuencia y el silencio que rodean sus casos.

Cientos de historias de madres que buscan a sus hijos, mujeres que exigen conocer el paradero de sus hermanas o nietas fueron contadas a quienes se acercaban a solicitar información, con el único fin de crear una red de ayuda que permita localizar a quienes se fueron hace años rumbo a Estados Unidos.

La coordinadora de Desaparecidos por Honduras, Rosalinda Rivas, exigió a las autoridades mexicanas apoyar a los migrantes que pretenden llegar a Estados Unidos, porque van en busca de una mejor vida y suman al menos 600 casos de Hondureños desaparecidos en México.

"Pedimos cero impunidad, sí al castigo y no al silencio, no nos vamos a callar. Vamos a recorrer el país durante 20 días. Algunas autoridades ya se comprometieron a darnos seguimiento, porque nuestros migrantes desaparecieron en algún lugar de México", explicó.

Aunque esperan reuniones con autoridades federales, en cada estado pretenden obtener un compromiso para buscar a migrantes que tienen hasta 23 años desaparecidos, pero en muchos casos la situación se complica porque no tienen fotografías del familiar o acta de nacimiento.

Clementina Murcia González muestra las fotografías en su cuello perteneciente a sus dos hijos, Mauro y Jorge Horlando Cunas, el primero con diez años de desaparecido y con quien se comunicó por última vez cuando llegó a Tuxtla.

El segundo jamás llamó y sólo le dijo "alguien" que el tren lo mató en Guadalajara, pero jamás recibió el cuerpo.

A sus 67 años de edad y con dos hijas que la esperan en Honduras, su único fin es encontrar a sus dos hijos perdidos, ya sea porque alguien los identifique en fotografía o porque ellos mismos aparezcan un día.

"Que miren las noticias de México, que si están vivos sepan que yo su madre, Clementina, los ando buscando, que si alguien los conoce, les diga que su madre está aquí", pidió.

Otras mujeres cuentan historias similares. Sus hijos e hijas salieron de casa para buscar mejores ingresos para sacarlos adelante, pero hoy las madres están solas con el encargo de uno o siete nietos.

La coordinadora del movimiento, Marta Sánchez, destacó que la corrupción es el principal enemigo.

Consideró que los migrantes nunca llegaron a Estados Unidos y desaparecieron en algún punto de la ruta migratoria, pero no todos ellos como consecuencia del crimen organizado, sino de la impunidad, la xenofobia, los "coyotes" y otros problemas sociales, porque "todos están en el negocio y tenemos que poner un alto".

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