sábado, 12 de noviembre de 2011

Beisbolista secuestrado fue rescatado anoche

"Estoy segura que en el sitio donde lo mantuvieron retenido,


estuvo lleno de fe, colocando todo en manos del Señor, y pensando mucho en su familia", dijo Cristal Michelangeli, amiga del pelotero venezolano que fue rescatado anoche tras más de 50 horas de secuestro.

Es que quienes conocen a Ramos no cesaron de repetir, en esta incomoda situación, que "él es un muchacho tranquilo, religioso y familiar, que nunca se ha metido en problemas y siempre ha disfrutado el hecho de jugar beisbol".

"Él es evangélico. En su pin de Blackberry siempre tiene mensajes dirigidos a Dios para que proteja a sus padres y hermanos", dice Michelangeli.

Ramos nació el 10 de agosto de 1987 en Valencia, estado Carabobo, y 17 años después fue firmado para la pelota profesional por los Mellizos de Minnesota. En Venezuela fue contratado por los Tigres de Aragua, equipo con el que debutó el 8 de noviembre de 2006.

Su primer hit en los escenarios locales llegó el 18 de diciembre de ese mismo año ante el lanzador William Martínez, de los Tiburones, y para el torneo de 2008-2009 se erigía como uno de los bateadores más poderosos de la liga, logrando arrancar votos para el galardón a Jugador Más Valioso.

El 2 de mayo de 2010 llegó a las Mayores por la puerta grande, ya que se convirtió en el primer venezolano y jugador número 21 en la historia de las Grandes Ligas en sonar cuatro hits en su primer desafío. También fue el primer catcher en la historia en experimentar semejante estreno y el segundo toletero en los anales de los Mellizos en hacerlo, emulando al legendario Kirby Puckett.

Llegó a ser considerado el prospecto número 1 de Minnesota antes de pasar vía canje a los Nacionales de Washington en julio de 2010 por Matt Capps.

En 2011 experimentó su primera temporada a tiempo completo como grandeliga, siendo uno de los 87 venezolanos en actuar en la máxima categoría de la pelota estadounidense. Este año devengó salario mínimo (415 mil dólares) y será elegible para el arbitraje en 2014.

Dentro de la cueva de los Tigres acostumbra a bromear con Ronny Cedeño, Ramón Castro y Raúl Chávez, entre otros peloteros. Ellos, al igual que el resto de los jugadores de la pelota local, colocaron una cinta verde en la camisa de su equipo, en señal de esperanza de una pronta solución.

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