viernes, 18 de noviembre de 2011

eBooks, mercado en expansión



México no es un país de lectores, suele decirse, sin embargo, hay cada vez más opciones y medios para leer que hace un par de décadas y tanto empresas como escritores luchan por ofrecer lecturas a los consumidores.

“Ahora los dispositivos móviles ofrecen la posibilidad de practicar lectura en cualquier lugar y tiempo; el texto electrónico no sólo representa una reducción de costos por impresión y distribución, también elimina el uso indiscriminado de papel”, dice Carlos Barreda, desarrollador de aplicaciones para Apple y director de la empresa i-Lex.

Lo anterior es cierto, pero el dispositivo móvil no es un producto barato. Si hablamos de teléfonos celulares, los dispositivos más recomendables son los smartphones, que no cuestan menos de 7 mil pesos, si hablamos de un Samsung Galaxy S II, un iPhone 4S o un BlackBerry Bold.

Lo más cómodo para un lector es sin duda una tablet y las hay de varios precios. Por ejemplo Amazon.com es uno de los pioneros en lectores de libros electrónicos con su Kindle, y su más reciente versión, la Fire, tiene un costo de 199 dólares, frente a una iPad 2 de Apple cuya versión más barata es de 6 mil 999 pesos; claro que la iPad 2 también cuenta con aplicaciones multimedia.

Las librerías Gandhi también ofrecen un lector llamado Cybook, que puede encontrarse desde 2 mil 590 pesos; sin embargo, no es un dispositivo que se vea muy a menudo por ahí.

Quizá una razón de lo anterior es que en México y Latinoamérica apenas el 1% de las editoriales cuentan con libros digitales en castellano, según el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (Cerlalc).

En Google Books, por ejemplo, existe un catálogo de varios millones de libros digitales, muchos de ellos gratuitos, pero que están en idioma inglés, como “Alicia en el país de las maravillas” (de Lewis Carroll), “Las aventuras de Sherlock Holmes” (de Sir Arthur Conan Doyle), “Cuentos para niños” (de los hermanos Grimm) y “Moby Dick” (de Herman Melville).

“Yo uso una Playbook y me encanta la idea de poder tener tantos libros guardados en un mismo aparato y poderlos consultar cuando quiera”, nos platica Rodrigo Bengochea, titular del área de publicaciones escolares en Pearson Educación.

Tanto él como otros editores opinan que el sector de libros electrónicos es incipiente pero representa una oportunidad de negocio: “Me atrevería a decir que 2012 será el año del libro electrónico en español. Veremos a las grandes editoriales transnacionales reinventándose y planteando sus más ingeniosas estrategias para ser competitivos en ese ámbito”, dice.
Tendencias

Hace unos días se llevó a cabo la Feria Internacional del Libro en Miami, en la cual se dieron a conocer diversas ofertas de libros electrónicos. Una de ellas es de la empresa española Cultura Binaria, que cuenta con aplicaciones para navegar en una tablet y leer libros de historia y ciencia con imágenes en tercera dimensión.

Para los fundadores de Cultura Binaria el libro digital “es el futuro”, pero es compatible con el libro tradicional, e insisten en que su producto “da opciones complementarias al papel”.

En esta misma feria la firma española Ediciones B presentó el sello B de Books, la primera editorial digital que llega al mercado con una agresiva propuesta: contenidos sin protección anticopia y precios que van desde los 1.99 euros (36.5 pesos).
Según explicó el director editorial de Ediciones B, Ernest Folch, la decisión de que este nuevo sello no requiera encriptación DRM (Digital Right Management) se debe a que “lo que indica el historial de ‘piratería’ de España es precisamente que el DRM no sirve para acabar con ella”.

Folch agregó que ese sistema anticopia, que limita el número de dispositivos en los que se puede leer un archivo, “se ha convertido en una barrera para el lector y ha fracasado en su intento de limitar descargas ilegales ya que en seguida se ‘hackea’ y los libros acaban colgados gratis en la web”.

En España en los nueve primeros meses de 2011 se han publicado un total de 13 mil 118 obras en formato digital, según datos de la Agencia del ISBN. En Estados Unidos la venta de libros electrónicos en 2010 fue de 460 millones de dólares, con la compañía Amazon.com a la cabeza. En cambio en México no existen cifras ni de libros digitales ni de ventas, de acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem).

Por lo pronto, hay algunos esfuerzos como el del Fondo de Cultura Económica (FCE), que ha comenzado a digitalizar parte de su catálogo que hoy asciende a 176 títulos y espera cerrar el 2012 con 400 libros electrónicos. El FCE ofrece la tablet Papyre a 2 mil 980 pesos. “Leer libros en dispositivos móviles es una modificación de los hábitos de lectura que será profunda y definitiva. No ha llegado del todo hasta nosotros, en México, por el atraso que vivimos, pero llegará”, nos dice Alberto Chimal, escritor mexicano.

Y agrega que este nuevo sector en un futuro cercano tomará fuerza y dejará una derrama económica fuerte para las editoriales mexicanas, “sin embargo, aún falta tiempo para que podamos verlo. No sólo estamos retrasados en cuanto a tecnología, sino que nuestra industria editorial es pequeñísima”.

Y Rodrigo Bengochea también opina que “gran parte de lo que se vive en el ambiente en camino a la FIL 2011 en Guadalajara es una expectativa grande por la oferta de editoriales en soporte digital. Y no sólo de libros, sino de soluciones digitales integrales. Sin embargo, hay varios temas que deberán resolverse antes: debe haber una oferta real de libros electrónicos en español, comprar los libros debe ser fácil, la tecnología debe tender con más claridad a un estándar y debe tomar un rumbo claro la forma de fijar precio a versiones electrónicas pues a veces cuestan lo mismo que los impresos”.

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